Con la llegada del otoño, también ha llegado el frío. Por lo que os proponemos un plan perfecto para este fin de semana. Para aquellos cinéfil@s como nosotr@s, una tarde en el cine es el plan perfecto, sin embargo no siempre nos apetece salir y como alternativa optamos por el “Plan P”: Peli, Pizza, Palomitas y Pijama.
En esta ocasión y con motivo del próximo estreno para Netflix, el 21 de octubre, de la nueva adaptación de la película “Rebecca” realizada por el director Ben Wheatley y basada en la novela original del mismo título de Daphne du Maurier, os invitamos a disfrutar del clásico de 1940 llevado al cine por Alfred Hitchcock, producido por David O. Selznick y guionizado por Robert C. Sherwood.
Rebecca es un film de suspense con una trama y un poder psicológico abrumador, protagonizado por Joan Fontaine y Laurence Olivier, y que obtuvo 11 nominaciones para los premios de la Academia, de los cuales ganó el de Mejor Película y Mejor Fotografía.
La historia de Daphne du Maurier desarrolla la trágica experiencia de una joven esposa (Joan Fontaine) que vive a la sombra de los recuerdos de la primera esposa del potentado Max de Winter. Preocupada por el continuo mal humor de su esposo por la exesposa, la nueva la nueva señora De Winter reconstruye gradualmente la tragedia del matrimonio anterior para finalmente encontrar la felicidad conyugal cuando el pesado secreto de la muerte de Rebecca se levanta de los hombros de Olivier.
Alfred Hitchcock, el inovidable director inglés, conduce su primera producción estadounidense con una seguridad sagaz y una comprensión excepcional de la motivación y el estado de ánimo de los componentes de la historia. Un prodigio de tensión narrativa y una colección de imágenes turbadoras, mágicas, que logran que el espectador sienta de manera palpable la presencia de un personaje siempre ausente, Rebecca. La película es una adaptación muy fiel a la obra literaria, lo cual le da una apariencia muy novelesca a la película en su totalidad y en la que, a pesar de ser una historia principalmente psicológica, Hitchcock le agrega su importante cuota característica de suspense.
Olivier ofrece un retrato impresionable como el dueño de Manderley, incapaz de deshacerse del recuerdo de su trágico primer matrimonio mientras intenta asegurarse la felicidad en su segunda aventura. Joan Fontaine hace una interpretación excelente como segunda esposa, pasando por la transición de una novia dulce y vivaz, a la de una mujer desconcertada marcada por la tragedia anterior, que le cuesta entender. Además, la trama cuenta con un elenco extraordinario que presta especial atención a las capacidades individuales. Judith Anderson, interpreta a la siniestra ama de llaves, la señora Danvers, confidente de la fallecida primera señora de Winter, la omnipresente en su memoria, Rebecca. George Sanders, admirable en la interpretación del despreciable Jack Flavell; y Reginald Denny, el administrador de la propiedad y amigo de Max de Winter, y Florence Bates, la viuda con inclinaciones románticas completan un reparto de lujo.
“Anoche soñé que volvía a Manderley. Me encontraba ante la verja, pero no podía entrar porque el camino estaba cerrado. Entonces, como todos los que sueñan, me sentía poseída de un poder sobrenatural y atravesé como un espíritu la barrera que se alzaba ante mí (…)” El sublime arranque de la película forma ya parte de la historia del cine. Romance, suspense, thriller psicológico y hasta cierto grado de humor en su máxima expresividad y acentuada con gran acierto en blanco y negro convierten a Rebecca es una absoluta obra maestra.