sábado, junio 10, 2023
Plataforma de impacto social
InicioCulturaArte y ExposicionesHenri Matisse, el artista de la emocionalidad cromática

Henri Matisse, el artista de la emocionalidad cromática

Henri Matisse fue proclamado impulsor del fauvismo, creando todo un lenguaje mediante el uso del color con el objetivo de traspasar lo evidente y generar emocionalidad. A pesar de una vida sujeta a problemas de salud, fue capaz de proyectar un talante que  permanece y se impone al olvido.

Nació en Francia en 1869. De familia dedicada al comercio, el joven Matisse se traslada a para estudiar Derecho. Sin embargo, tras varios años ejerciendo la abogacía, decidió apuntarse a la Academie Julián para comenzar a estudiar arte con el pintor Bouguereau.

Desnudos azules

En 1893 ingresó en la Escuela de Bellas Artes, dónde recibirá y aprenderá  la técnica de Gustave Moreau. La trayectoria artística del pintor se vio marcada por altibajos. Destaca por cómo sus obras evolucionan desde una pintura más conservadurista a ese estilo que tanto le caracteriza, debido a su particular uso del color. De hecho, artistas postimpresionistas como Paul Gauguin, Vicent Van Gogh, Paul Signac y Paul Cézanne, influyeron en aquel giro de sus composiciones.

Estudio de Matisse

Durante el tiempo que trabajó en el taller de Carrièrre conoció a André Derain y Maurice Vlaminck, con los que expuso en el Salón de Otoño de Paris de 1905. Fue la primera vez que se pudo ver una representación de la realidad basada en la concepción del color más allá de una función figurativa. A aquella exposición acudió el crítico Louis Vauxcelles que denominó, en un artículo publicado en la revista Gil Blas, al grupo como Fauves (fieras) y, de esta manera, nació un movimiento artístico fugaz que duró tres años.

Lujo, calma y voluptuosidad

Una las obras más conocidas del artista, La raya Verde o Madame Matisse, fue expuesta en aquel Salón: un retrato de su esposa, Amelie Parayre, a medio busto y con el rostro levemente girado. Utiliza una línea en tono verdoso para marcar la simetría del rostro y generar contraste. Los tonos más fríos como el rosa crean las sombras, mientras que los colores cálidos como el amarillo aportan luz. Da un tratamiento a la forma muy simple, decorativo y recurre a líneas muy gruesas, rítmicas que se van perdiendo en la disparidad de colores.La profundidad y los volúmenes se sintetizan basándose en un juego cromático que potencia la emocionalidad.

Madame Matisse (conocido como La raya verde)

Un año más tarde, realizó un viaje a Argelia dónde exploró el arte de la escultura africana y los colores diluidos, y absorbió el exotismo y la atmósfera del país para reflejarlo en sus obras. En 1908 publicó Notas de un pintor que recopila sus principios artísticos plasmados en distintas disciplinas como la cerámica, la escultura, la litografía o la pintura.

Un ejemplo que refleja muy bien la intencionalidad del color y los rasgos estilísticos de Matisse es La habitación Roja (1908). El color rojo impregna la obra de intensidad, la profundidad queda a expensas del juego de planos creados a partir de colores primarios o complementarios, el pintor es capaz de crear un ambiente onírico y sinuoso a través de formas que se estructuran mediante líneas rítmicas. La expresividad de la obra potencia la subjetividad y la espiritualidad.

La habitación roja

Entre 1909 y 1910 realizó otra las composiciones más famosas La Danza y La Música. En el caso de la primera, destaca por las grandes dimensiones y la aparente simplicidad del contenido. Sin embargo, estudió cada elemento con el objetivo de transmitir la musicalidad y el equilibrio que le ha otorgado tanta popularidad. Basa los colores en tres únicos tonos que consiguen generar volumen a través del contraste, dibuja unas siluetas con un aspecto primitivo que producen sensación de continuidad mediante la extensión de los brazos.

La danza

Se puede observar en las pinturas, como a partir de 1928 pasó a simplificar al máximo las formas, se interesó particularmente por la línea y el color sin perder la audacia de su esencia.

Henri Matisse contrajo una parálisis que no le impidió continuar explotando su creatividad hasta que falleció en 1954 en Niza (Francia), a los 85 años. Incomprendido y polémico por huir de las técnicas y las tendencias artísticas de la época, creó todo un universo irracional y pasional por medio de la experimentación con el color que terminará influyendo a las siguientes generaciones de artistas.

Artículo anteriorEntrevista a Juana Mum
Artículo siguienteVolver a los abrazos
ARTÍCULOS RELACIONADOS

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

- Advertisment -
Cosmetica inclusiva

MÁS POPULAR

COMENTARIOS RECIENTES